El sueño de todo corredor es simple: seguir corriendo. Sin embargo, las lesiones deportivas son una realidad que puede frenar hasta al runner más experimentado. Desde la temida fascitis plantar hasta la molesta tendinitis, las interrupciones son frustrantes. Afortunadamente, la mayoría de estos problemas se pueden evitar. El secreto no está en la suerte, sino en una estrategia consciente y planificada de prevención de lesiones. Adoptar hábitos inteligentes y escuchar a tu cuerpo son los pilares para mantenerte en la pista, libre de dolor.
Las lesiones más comunes en corredores y sus causas
Antes de hablar de la prevención de lesiones, es importante saber a qué nos enfrentamos. Las dolencias más frecuentes incluyen:
Fascitis Plantar: Inflamación del tejido de la planta del pie, a menudo causada por un calzado inadecuado o un aumento abrupto en el kilometraje.
Rodilla del Corredor (Síndrome de Dolor Femoro-Patelar): Un dolor alrededor o detrás de la rótula. Suele originarse por debilidad muscular o desalineación al correr.
Tendinitis de Aquiles: Inflamación del tendón más grande y fuerte del cuerpo, resultado de un sobreesfuerzo sin calentamiento adecuado.
La causa principal siempre es el sobreentrenamiento o el aumento excesivo de volumen o intensidad.
Tres pilares fundamentales para la prevención de lesiones
La prevención de lesiones requiere un enfoque holístico que combine la atención al cuerpo y al equipo.
1. Fortalecimiento y flexibilidad
No todo es correr. Integrar 2 o 3 sesiones de entrenamiento de fuerza a la semana es vital. Enfócate en el core, los glúteos y los isquiotibiales. Un corredor fuerte tiene menos riesgo de que sus articulaciones sufran por impacto. Incluye ejercicios de movilidad dinámica antes de correr y estiramientos estáticos después.
2. La regla del 10%
Para una correcta prevención de lesiones, jamás aumentes tu kilometraje total semanal más de un 10% respecto a la semana anterior. Este aumento gradual permite que tus músculos, tendones y huesos se adapten al estrés sin sobrecargarse.
3. El calzado correcto y su rotación
Tener los tenis adecuados para tu tipo de pisada y tu volumen de entrenamiento es crucial. Más importante aún es rotarlos. No uses el mismo par todos los días. Un calzado desgastado pierde amortiguación y compromete tu prevención de lesiones. Si tus tenis tienen más de 600-800 km, es momento de jubilarlos.
Escucha a tu cuerpo: El mejor indicador de prevención de lesiones
El dolor leve es la primera señal de advertencia. Si sientes una molestia constante o un dolor punzante, ¡detente! Ignorar estas señales es la forma más rápida de lesionarte seriamente. Consulta con un fisioterapeuta o médico deportivo ante cualquier duda. Recuerda que la prevención de lesiones es una inversión a largo plazo que te asegura muchos años de running feliz.
				
															


