Se habla mucho sobre el dolor de piernas entre los corredores, pero el dolor o las lesiones de cadera son más comunes de lo que pensamos al practicar deporte. Afortunadamente, existen tips y estrategias para evitarlas o sanar sus molestias.
Hablemos de nuestra cadera. Su papel principal, junto con la columna, es darnos la posibilidad de andar a través de una multitud de músculos que se unen alrededor de ella para permitirnos realizar movimientos, desde los más básicos (flexiones, extensiones, rotaciones) hasta algo más avanzado.
Por su naturaleza, la cadera concentra una gran tensión, por lo que una sobrecarga en la zona puede provocar lesiones o malestares tanto al hacer deporte como durante nuestras actividades diarias.
Para quienes practican el running, algunos de los factores que pueden provocar una lesión de cadera son:
- Una mala técnica al correr, ya sea el tipo de pisada o la posición
- Usar zapatillas inapropiadas para practicar el running
- Falta de flexibilidad y un mal calentamiento antes de correr
Dependiendo de la gravedad de tu malestar, considera consultar a un médico para asegurarte de que no tienes una lesión que requiere atención especializada. Si el malestar te permite realizar tus actividades diarias, algunas de las estrategias que puedes seguir para aliviar estas molestias son:
- Calentar antes de correr y realizar estiramientos después de terminar nuestra sesión.
- Trabaja en la flexibilidad de la parte baja de tu cuerpo. Puedes hacerlo a través de ejercicios de yoga, estiramientos, pilates, etc.
- Prefiere correr en superficies planas, lisas y suaves para reducir el impacto
- Si se tiene pie plano, utilizar plantillas de calzado especiales y soportes de arco (ortopédicos).
Como corredores solemos enfocarnos mucho en el estado de nuestras piernas y nuestros pies, pero recuerda que la cadera es una articulación tremendamente importante, ya sea que practiques deporte o no.