Para muchos, la playlist es tan esencial como los tenis. Para otros, el silencio y la introspección son el verdadero placer. El debate sobre si es mejor o no correr con música es interminable, pero la ciencia ofrece algunas respuestas sobre cómo este gadget influye en nuestro rendimiento y en nuestra mente. Al final, tu elección dependerá de tus objetivos y de tu seguridad.
Los beneficios de correr con música
Ponerte los audífonos y correr con música puede ser un boost instantáneo para tu entrenamiento:
Distracción y disociación: La música desvía la atención de la fatiga, haciendo que el esfuerzo percibido sea menor. Esto es especialmente útil en las carreras largas o en el medio del maratón.
Ritmo y cadencia: La música con un beat constante (medido en BPM) puede ayudarte a mantener una cadencia uniforme, mejorando la eficiencia de tu zancada.
Motivación: Las canciones épicas liberan dopamina, dándote ese empuje extra cuando las piernas se sienten pesadas.
Las ventajas de correr sin música
Desconectarte de los gadgets y correr con música apagada también tiene grandes beneficios que van más allá del simple silencio:
Conciencia corporal: Al no tener distracción, prestas más atención a tu respiración, tu pisada y tu postura. Esto te ayuda a prevenir lesiones.
Seguridad: Escuchar el tráfico, a otros corredores o las señales de advertencia es vital cuando corres en la calle o en senderos concurridos.
Entrenamiento mental: Es la oportunidad perfecta para resolver problemas, reflexionar o practicar la meditación en movimiento.
La regla de oro: Escucha la música solo cuando es necesario
No tienes que elegir un solo bando. La mejor estrategia es la del equilibrio. Reserva la música para tus entrenamientos más duros (series, tempo run) o para cuando necesitas ese empuje mental. Deja los días de jog suave o las carreras por zonas de alto tráfico para el silencio. Recuerda que la playlist es una herramienta, no una muleta. ¡Sácale el mayor provecho a tu gadget favorito!



