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Correr en ayunas: beneficios y aspectos a considerar

Hacer ejercicio en ayunas es un tema que se presta a mucha discusión en la comunidad deportiva. La clave es evaluar los beneficios de esta práctica y tomar precauciones cuando sea necesario.

Correr en ayunas puede estar motivado por distintas razones: perder peso, quemar grasa corporal, falta de tiempo entre quienes entrenan temprano en la mañana, etc. La discusión sobre si esta práctica es efectiva y saludable es amplia, pero existen algunos puntos de consenso.

En primer lugar, hablar de correr en ayunas significa salir a practicar este deporte tras llevar al menos 8 horas sin consumir ningún alimento. A veces se confunde esta práctica con salir a correr sin haber comido nada previamente al entrenamiento, sin embargo, para considerarse como ayuno debe de existir una ventana importante de tiempo.

En cuanto a su efectividad para perder peso y quemar grasa, la realidad es que todo depende de cada deportista y sus objetivos. Es verdad que puede ser una buena opción, hay que ajustar expectativas y entrenamientos para poder ver resultados sin poner en peligro nuestra salud.

Con respecto al rendimiento físico, la respuesta es la misma: depende. En este caso, depende de tu entrenamiento y su intensidad, así como de tus objetivos. Lo que sí te podemos recomendar es preferir rutinas de larga distancia y de intensidad media (a nivel conversacional) así podrás ver beneficios en tu resistencia.

En general, correr en ayunas se recomienda solamente si eres una persona con cierta condición física. Si no sueles hacer ejercicio o no estás acostumbrado a la actividad física puedes sufrir mareos, náuseas, fatiga e incluso alguna descompensación. 

Si eres un deportista mucho más experimentado, existen estudios que respaldan mejoras en el metabolismo, aumento de las reservas de glucógeno y retraso en la aparición de la fatiga. Sin embargo, recuerda que lo más importante es escuchar a tu cuerpo y adaptar este tipo de prácticas a tus objetivos individuales.