Una buena alimentación es clave para poder rendir en el deporte y en la vida. No solo se trata de comer bien, también hay que controlar el consumo de ciertos alimentos que pueden afectar nuestro desempeño deportivo.
¡No hay comida mala! Todos los alimentos pueden aportarnos algo de valor (ya sea su valor nutricional, social o emocional) sin embargo, la realidad es que existen alimentos que deben ser consumidos con moderación, ya que pueden afectar nuestro rendimiento deportivo.
Cuatro ejemplos son:
- Harinas refinadas:
Alimentos preparados con harina blanca, así como arroz blanco, galletas, panes dulces y cereales azucarados entran en esta categoría. Se deben consumir con moderación ya que, además de no saciar el apetito, son altos en calorías y azúcares y provocan un “subidón” de energía de poca duración.
- Alimentos fritos:
Freír un platillo puede agregar hasta 100 calorías extras que tienen poco valor nutricional. Por su alto contenido de grasas, el cuerpo no puede deshacerse de ellas tan fácilmente, propiciando el aumento de peso, aumentando nuestra vulnerabilidad ante enfermedades y por ende el riesgo de padecer lesiones.
- Grasas trans:
El peor tipo de grasas son las grasas trans, ya que están compuestas por ácidos grasos que se generan de forma industrial al convertir el aceite líquido en grasa sólida. Su consumo frecuente aumenta el riesgo de desarrollar obesidad, colesterol y triglicéridos altos, cardiopatías, etc. Algunos alimentos altos en grasas trans son la comida rápida, alimentos congelados, pasteles, helados, etc.
- Azúcares refinadas:
El azúcar refinada suele estar presente en alimentos como galletas, cereales azucarados, refrescos, jugos embotellados, dulces, chocolates, etc. Consumir azúcar refinada en exceso puede llevar a enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión, afectando tu desempeño deportivo.