Correr no es sólo cuestión de piernas. En esta actividad física, la manera en la que movemos los brazos también es importante en nuestra forma, técnica y hasta en nuestro desempeño en carreras y competencias.
Existe la falsa creencia que los runners solo necesitan ejercitar el tren inferior del cuerpo y podemos olvidarnos del resto. Sin embargo, los brazos son muy importantes para mantener una buena técnica y poder tener un buen desempeño tanto en nuestro entrenamiento como en nuestras carreras.
En pocas palabras, el braceo nos ayuda para ganar impulso, retrasar la aparición del cansancio y para equilibrar nuestro cuerpo mientras corremos.
Si bien cada persona desarrolla una técnica de acuerdo a sus necesidades particulares, a continuación te compartimos 4 tips generales que puedes aplicar para mejorar tu forma:
- Mantén un ángulo de 90º
Ubica tus codos en un ángulo de 90º y muévelos de atrás hacia adelante. Esto significa que tus codos deben mantenerse en una posición paralela a la dirección en la que estás avanzando.
- Despega los codos del cuerpo
Siguiendo con el tema de los codos, lo ideal es conseguir que estén en una posición media, donde no se ubiquen ni muy cerca de tu torso ni muy lejos.
- Procura no tensar tus manos
Aunque parezca algo pequeño, llevar apretadas las manos te hará gastar energía. Lo ideal es llevarlas relajadas, como si estuvieras sujetando una pelota de forma delicada.
- Sincroniza la brazada con tu zancada
Si estás empezando a correr, puede que se te dificulte sincronizar tus piernas con tus brazos. Sin embargo, ejercitarlo ayuda a que la brazada te impulse hacia adelante, al mismo ritmo de tus piernas.
No importa si eres un corredor debutante o maratonista, cada vez que salgas a correr sé consciente de tus brazos, así ahorrarás energía, evitarás lesiones y podrás alcanzar tu máximo desempeño.