Las uñas encarnadas son algo frecuente en quienes practican el running de manera constante, sobre todo aquellos que gustan de correr largas distancias.
Las uñas encarnadas suceden cuando estas se clavan en la piel, provocando dolor y posibles infecciones. En general, el dedo gordo del pie es el que presenta este padecimiento más frecuentemente.
El impacto constante al entrenar y la fricción con los zapatos es una de las causas más comunes de las uñas encarnadas. La forma natural de tu pie también puede propiciar su aparición, específicamente la forma de tu dedo gordo, que puede determinar uñas naturalmente curvadas o demasiado largas, creando un problema de espacio.
Si eres corredor, debes mantener tus uñas de los pies en buen estado para evitar que se encarnen e impacten tu rutina de entrenamiento. A continuación, te damos unos tips para unas uñas sanas:
- Córtalas con frecuencia con un cortaúñas y utiliza una lima para suavizar los bordes.
- En el día a día, procura utilizar zapatos cómodos y que no ejerzan demasiada presión en los dedos de los pies.
- Lava bien tus pies al bañarte. Antes de calzarte, sécalos bien y coloca talco para neutralizar el exceso de sudor.
- Si estás estrenando zapatos deportivos, te recomendamos amoldarlos en casa o durante caminatas cortas antes de salir a entrenar con ellos.
Si ya presentas una uña encarnada, algunos de los síntomas y señales que puedes presentar son la aparición de una secreción espesa parecida a la pus debajo de la uña, un color oscuro en la uña afectada, dolor en el dedo incluso al estar descalzo y en algunos casos fiebre y escalofríos.
No esperes demasiado tiempo para acudir con un podólogo para recibir tratamiento, ya que intentar sanar por nuestra cuenta puede resultar contraproducente y complicar el trabajo de los expertos.